Si bien casi el 80 % de la industria de la impresión busca automatizar para mejorar la eficiencia, más de la mitad (52 %) de las empresas aún utilizan sistemas heredados o manuales, según el estudio "The Automation Gap" de Ricoh.

Con la mayor necesidad de aprovechar cada segundo de la productividad de impresión y comprender cómo mejorar la eficiencia, y con la creciente presión sobre la rentabilidad, las operaciones ya no pueden permitirse el lujo de no invertir en la automatización del flujo de trabajo.

Este es el tercer y último blog de una serie que explora por qué es el momento de que los proveedores de servicios de impresión (PSP) mejoren la automatización de su flujo de trabajo y cómo pueden aprovechar las oportunidades para mantenerse competitivos. El primero se centró en la automatización basada en la nube. El segundo exploró la automatización basada en datos. Este artículo ampliará la automatización basada en procesos.

La automatización basada en procesos permite a los clientes mejorar la eficiencia en múltiples etapas de preimpresión, producción y posimpresión, automatizando tareas de producción complejas e intensivas en entornos exigentes.

Puede gestionar: Recepción de trabajos de múltiples maneras y asignación al flujo de trabajo adecuado. Automatización de actividades de preproducción como la imposición y la verificación previa. Procesamiento por lotes, agregación, agrupación, clasificación y división para una mayor eficiencia de producción. Gestión de trabajos con seguimiento completo a nivel de página y gestión de múltiples dispositivos de salida, tanto offset como digitales. Integración de una amplia gama de soluciones empresariales de terceros y software de datos variables para una producción basada en datos.

La automatización basada en procesos optimiza los pasos y minimiza los puntos de contacto, desde la entrada hasta el acabado, y proporciona un único punto de control para todo tipo de trabajo. Aporta eficiencia en múltiples etapas de producción a clientes con necesidades de flujo de trabajo más complejas.

Por ejemplo, para la impresión transaccional, permite la optimización postal, el seguimiento de la impresión y la inserción, y el archivado. Para los libros, proporciona flujos de trabajo basados en la portada, la gestión y el seguimiento de todas las secciones de impresión y encuadernación, y la conciliación para garantizar la precisión del 100 % del producto final.

Para los especialistas en artes gráficas, la automatización del flujo de trabajo está diseñada tanto para entornos offset como digitales. Facilita la transición de la impresión analógica tradicional a la digital con tecnología central probada, escalable y agnóstica para optimizar los procesos y minimizar los puntos de contacto. La verificación previa automática, la imposición dinámica justo a tiempo, la agrupación de trabajos y el enrutamiento automático de trabajos son solo algunas de las ventajas. También se integra perfectamente con soluciones de terceros, como herramientas de impresión variable (VDP) como FusionPro y MIS.

Proporciona un único punto de control para todo tipo de trabajo, independientemente del origen. Ofrece una vista única de toda la producción con actualizaciones de estado en tiempo real y análisis avanzados de producción.

¿Qué diferencia podría suponer esto para su operación? ¿Qué ahorros minuto a minuto se podrían conseguir? ¿Qué mejoras operativas se podrían implementar? Hable con Ricoh y descubra más sobre cómo la automatización de procesos podría transformar su flujo de trabajo.