El pasado 2 de enero entró en vigor la modificación del anexo XVII del Reglamento 1907/2006 del 12 de diciembre de 2016, que aumenta la exigencia sobre la prohibición de comercializar consumibles en papel térmico, ahora con una concentración de Bisfenol A (BPA) igual o superior al 0,02 % de su peso. Se trata de una norma que persigue reducir la alarma social generada tras la publicación por la revista Environmental Research de una información en la que se afirmaba que el Bisfenol A está presente en el 90% de los tickets y recibos que se manejan en los establecimientos comerciales, con el consiguiente impacto negativo para la salud de las personas.

Preocupada por minimizar la presencia de este tipo de sustancias en sus consumibles, Brother ha hecho público que, desde que se decretase la regulación inicial en 2016, todos los consumibles de sus gamas de impresoras portátiles de tickets y etiquetas, impresoras de etiquetas y rotuladoras cumplen con la normativa exigida ahora en 2020 en materia de Bisfenol A.

Con esta iniciativa pionera, Brother se anticipó a la entrada en vigor de la nueva normativa, poniendo su granito de arena en la preservación de la salud de los profesionales que utilizan su gama de papeles, rollos térmicos y casetes de cintas en sus equipos. Un colectivo que no ha precisado disponer de información especial relativa a la seguridad, puesto que todos estos productos cumplen con la normativa exigida en materia de Bisfenol A desde el principio. La medida también ha permitido a Brother reforzar su compromiso con el medio ambiente, mejorando el reciclado de los papeles térmicos que contienen BPA, de tal modo que se evite la contaminación del resto de procesos de reciclaje.