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Cómo afrontar el futuro con optimismo y entusiasmo

  • Publicado el 27 de Julio de 2022
  • Cristina Benavides

La conferencia que ofreció Víctor Kuppers, formador, conferenciante y profesor de la UAB y la UB, en el marco de Graphispag contagió al público asistente de una buena dosis de energía y optimismo. Tal y como reconoció el popular conferenciante y profesor, el hecho de retomar el contacto físico en encuentros como la pasada feria ya era motivo de celebración. Recogemos sus reflexiones y las frases inspiradoras que tuvo para el sector de la impresión y las artes gráficas.

Cómo afrontar el futuro con optimismo y entusiasmo

Vais a escuchar cosas que habéis escuchado muchas veces pero que siempre las habéis acabado olvidando. Debemos parar, respirar y recordar las cosas que son de sentido común. Vamos a hablar de ánimo y alegría por dos motivos: el primero es que cuando una persona está animada, siente una sensación muy buena, y el segundo motivo es que el ánimo saca lo mejor de cada uno de nosotros.

La diferencia entre tu mejor versión y la peor está en el ánimo. Tenemos que cuidar el ánimo y no perderlo, porque cuando perdemos el ánimo perdemos las ganas, la ilusión y la energía, y más después del momento tan delicado que hemos vivido, tanto en lo social como en lo personal.

En este sentido, la psicología positiva no aporta ninguna receta milagrosa, no es demagogia, es una ciencia. Hay frases peligrosas como “querer es poder” o que siempre hay que estar contentos y felices. Somos humanos, y todos pasamos momentos difíciles, y cuando estamos en el túnel hay que permitirse la tristeza, el enfado y la frustración porque son emociones naturales. Lo que no debemos es quedarnos parados en esas emociones. En este sentido, ¿cómo nos puede ayudar la psicología positiva? Básicamente con una idea principal y 3 actitudes.

La idea fundamental es la siguiente: cada persona elige la actitud que tiene para afrontar las cosas que le ocurren. Por ello, elegir la actitud es algo fundamental. Y es que tener buena actitud es una decisión y después un hábito. Por tanto, os recomiendo parar, pensar la actitud que tienes y elegir la mejor posible para cada momento.

Podemos vivir a merced de las circunstancias o independientemente de ellas, escogiendo la mejor actitud. Las personas que son sanas emocionalmente cumplen un ratio 3-1: por cada emoción negativa son capaces de generar 3 positivas.

Las 3 actitudes más importantes son: Tener un espíritu alegre. Ser consciente de lo que es más importante en la vida. Ser buena persona. Y ¿cómo lo conseguimos? Con serenidad para aceptar lo que no podemos cambiar. Ante una situación en la que el sector ha vivido momentos difíciles, si nos quedamos anclados en estos momentos tenemos el riesgo de perder la ilusión. Siendo consciente de las dificultades y retos que nos encontramos, debemos aprender a vivir de forma razonable con la frustración.

Tener espíritu alegre

¿Qué puedo hacer para adaptarme a los cambios? ¿Para la transformación digital? ¿Para ser más sostenible? ¿Para disfrutar de mi trabajo? Quejarse y lamentarse garantiza el fracaso. Coraje es escoger la mejor actitud en momentos complicados y sacar lo mejor que cada uno lleva dentro. Porque como se suele decir, el problema es tu actitud frente al problema.

Otras actitudes que podemos tener para reforzar nuestro espíritu y ánimo es valorar las cosas positivas de la vida. Podemos preguntarnos qué hay fantástico en mi vida. Haciendo un paralelismo con el sector gráfico, es un sector que se ha sabido adaptar a las circunstancias. Afortunadamente ahora las ferias y los eventos vuelven a la normalidad y hay una gran oportunidad con la transformación digital. Además, es un sector muy unido, no en vano existen asociaciones desde los años 60. Esto nos lleva a pensar que debemos extraer lo positivo dentro de lo que estamos viviendo.

Necesitamos proyectar el futuro con ilusión. Ponerse pequeñas ilusiones es básico y más todavía si el entorno no las pone. Y tampoco debemos olvidar el sentido del humor, es muy útil y terapéutico para hacer frente a los momentos difíciles.

Ser consciente de lo que es más importante en la vida

Esencialmente todos somos iguales y valoramos como importante lo mismo: las personas que queremos. Pero lo sabemos en segundo plano porque el primer plano está ocupado por otras cosas más intrascendentes, de manera que lo realmente importante queda relegado.

Cuidemos mucho las relaciones de las personas a las que queremos y apreciamos porque las relaciones no funcionan por inercia, funcionan con 2 palabras: cariño y tiempo. No hay nada que motive más que querer y sentirnos queridos. Y es que por mucho que resulte obvio o parezca un juego de palabras, lo más importante en la vida es que lo más importante sea lo más importante.

Ser buena persona

Debemos reivindicar la amabilidad y bondad humana. Es imposible ser buen profesional y mala persona. Lo que convierte a un jefe en buen jefe es su calidad humana. Y en un sector muy centrado también en lo comercial, hablamos de relaciones humanas como un pilar básico porque antes de comprar tu producto te compran a ti.

Y es que la inteligencia está sobrevalorada, necesitamos buenas personas, en el sentido más grande de la palabra. En definitiva, nuestro gran patrimonio como personas es nuestra calidad humana.

Cristina Benavides

Colaboradora de Graphispag

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