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Mejoran los pagos

  • Publicado el 26 de Julio de 2021

Las empresas europeas terminan el primer trimestre de 2021 con un retraso medio en los pagos de 14,41 días, según el Estudio sobre Comportamiento de Pago de las Empresas en Europa realizado por INFORMA D&B S.A.U. (S.M.E.), líder en el suministro de Información Comercial, Financiera, Sectorial y de Marketing. Se trata del tercer trimestre consecutivo en el que esta cifra supera los 14 días, algo que no sucedía desde los primeros tres meses de 2016, si bien está ligeramente por debajo, 0,09 días de la del trimestre anterior.

Desde el inicio de la pandemia el retraso medio se había mantenido al alza, añadiendo más de un día a los 13,12 que alcanzaba en el mismo periodo en 2020. El retraso medio en los pagos de las empresas españolas empeora en ambos plazos, 0,24 días desde el trimestre anterior, y 1,87 en un año, para quedar en 16,24 días. La demora española sigue siendo mayor a la de la media europea y la diferencia entre ambas se incrementa a 1,83 días este trimestre, la más dilatada desde el tercer trimestre de 2015. La diferencia entre el país que mejor paga y el que peor se comporta se queda en 22,58 días este trimestre, por debajo de los 23,81 días de hace un año.

El retraso en los pagos es una situación bastante generalizada en nuestro país. Un hecho que se acepta como normal y frente al que apenas se toman medidas. Y Aunque más de la mitad de las compañías culpa a las dificultades financieras de sus clientes como el principal motivo de la demora en los pagos, los expertos aseguran que los elevados niveles de morosidad en España se deben, en gran medida, a la filosofía empresarial existente, explican desde Intrum, empresa de gestión de crédito y recuperación de deuda.

Y es que, en muchas ocasiones los pagadores retrasan intencionadamente los pagos para reforzar su propia liquidez y la estabilidad de su empresa en detrimento de los proveedores, a los que con su comportamiento ponen en riesgo financiero. Y la resignación ante esta situación es algo que resulta sorprendente, ya que los impagos pueden tener efectos demoledores, hasta el punto de convertirse en una de las principales causas del cierre de muchos negocios durante los últimos años. Considerando todos estos datos, lo más razonable para cualquier empresa, es contar con el asesoramiento y el apoyo de especialistas en prevención y recuperación de deudas, que la mantengan a salvo de las alarmantes secuelas de la morosidad.

Rosa Arza

Editora Reproprés
rosa.arza@repropres.net

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